(c) Lógica y prehistoria XX
El esqueleto del cro-magnon no evoluciona para correr permanentemente detrás de las presas, cosa que pertenece a un paleolítico posglacial cercano al neolítico, en el cual abundan los ciervos, arces, toros y caballos, entre otros animales. La forma de cazar requiere de otra morfología, menor peso, fuerza y mayor resistencia. Tampoco lleva plumas en la cabeza ya que estos elementos pertenecen a tribus cuyo elemento principal no es la cueva, sino el campamento, del griego stratopedia, lo que representa temperaturas suaves en verano e invierno, es decir una existencia migratoria. Cuando se decriben culturas de chozas de madera, tiendas de campaña indias...etc. el clima es posglacial o interglacial. El tótem de estas tribus fue posiblemente el águila. El hombre del final de paleolítico europeo construye cuevas artificiales de piedra allí donde las temperaturas nocturnas son muy bajas, en verano y emigra a lugares cálidos en invierno. Los palafitos lacustres del neolítico superior responden a nuevas necesidades de aislamiento. En algunos casos, eran auténticas islas artificiales con jardines flotantes que albergaban a poblaciones enteras.
Nuestro hombre tenía cerrada la posibilidad de emigrar hacia el sur, por la existencia de barreras naturales o simplemente porque el frío extremo y las rudimentarias herramientas que tenía hacían inviable esa posibilidad. Esto significa que el homo sapiens fue reacio a abandonar su territorio, y el cambio climático se convirtió en una realidad que afectó a toda Europa. El frío glacial se instaló en el tiempo durante miles de años. Todos los seres vivos que no pudieron adaptarse a las temperaturas bajo cero de noche y de día, sucumbieron. Al igual que la peste de la Edad Media, la población de homínidos inteligentes en Europa descendió drásticamente a solamente unos pocos miles de individuos. Es muy posible que todas las cuevas europeas de la época glacial correspondieran a zonas eruptivas o volcánicas.
No se puede descartar que el hombre de cro-magnon utilizara su enorme fuerza y corpulencia para derribar y matar algunos grandes herbívoros. Coexistió junto al cro-magnon el hombre de Chancelade que era de baja estatura y fuerte, cosa que en un principio, representa una especialización de caza. De la misma forma, las herramientas que fabricaba estaban relacionadas con el universo que posiblemente podía observar desde alguna zona caliente de la cueva. Si bien la cueva era un templo y algunos animales tótems sagrados, las herramientas que fabricaba o simplemente recogía de zonas glaciares o ríos, representaban estrellas. La natalidad comenzó a disminuir drásticamente ya que un exceso de radiación calorífica afecta al sistema reproductor. Su concepción del mundo era natural y sobrenatural. Algunas puntas eran, según los historiadores, objetos que depositaban en las tumbas, es decir, tenían carácter simbólico o votivo relacionado con el viaje al otro mundo, aunque esta costumbre podría ser posterior. Las herramientas como hachas de mano procedían de material ígneo, en estado viscoso, todavía caliente que eran moldeadas y después enfríadas en el hielo o agua a muy bajas temperaturas. Esto se puede observar claramente en los primeros cuchillos fabricados al final del paleolítico. También se observa un desconocimiento de la física aplicada y un interés por la misma. La empuñadura de madera de los primeros cuchillos se resquebrajaba al ser la hoja demasiado larga y ésto supuso, con el tiempo, la creación de la lanza. La vida en la cueva estaba asociada, sin duda, a un conocimieno de minerología. El carbonato cálcico o calcita, se crea a partir de dióxido de carbono, gas que expulsamos al respirar y monóxido de calcio. La fusión de los glaciares producía cíclicamente sedimentos lacustres de arcilla. El lascado es posterior.
La propia glaciación tiene un sentido apocalíptico y religioso para el hombre de cro-magnon. El sentido apocalíptico se produce con el inicio de la glaciación y con el principio de erupciones volcánicas que destruyen, en algunos casos, su hábitat ya que convierte como en el caso de los geosinclinales los mares o lagos en tierras de origen ígneo. Con las erupciones, al final del paleolítico en algunos casos, el homo sapiens abandona los territorios para volver más tarde, encontrando piezas de la cueva aquí y allá, propulsadas desde los cráteres a varios kilómetros de distancia por grandes explosiones. Algunas de estas piedras tienen posteriormente naturaleza religiosa y sirven para crear las grutas o cuevas artificiales que persisten hasta el neolítico y con posterioridad. Allí donde se produce un apocalipsis similar, el hombre desarrolla creencias en fuerzas subterráneas que asocia más tarde con el infierno que se rebelan contra tótems o dioses celestes.
Doy por finalizada esta entrada. 01/07/2019
El esqueleto del cro-magnon no evoluciona para correr permanentemente detrás de las presas, cosa que pertenece a un paleolítico posglacial cercano al neolítico, en el cual abundan los ciervos, arces, toros y caballos, entre otros animales. La forma de cazar requiere de otra morfología, menor peso, fuerza y mayor resistencia. Tampoco lleva plumas en la cabeza ya que estos elementos pertenecen a tribus cuyo elemento principal no es la cueva, sino el campamento, del griego stratopedia, lo que representa temperaturas suaves en verano e invierno, es decir una existencia migratoria. Cuando se decriben culturas de chozas de madera, tiendas de campaña indias...etc. el clima es posglacial o interglacial. El tótem de estas tribus fue posiblemente el águila. El hombre del final de paleolítico europeo construye cuevas artificiales de piedra allí donde las temperaturas nocturnas son muy bajas, en verano y emigra a lugares cálidos en invierno. Los palafitos lacustres del neolítico superior responden a nuevas necesidades de aislamiento. En algunos casos, eran auténticas islas artificiales con jardines flotantes que albergaban a poblaciones enteras.
Nuestro hombre tenía cerrada la posibilidad de emigrar hacia el sur, por la existencia de barreras naturales o simplemente porque el frío extremo y las rudimentarias herramientas que tenía hacían inviable esa posibilidad. Esto significa que el homo sapiens fue reacio a abandonar su territorio, y el cambio climático se convirtió en una realidad que afectó a toda Europa. El frío glacial se instaló en el tiempo durante miles de años. Todos los seres vivos que no pudieron adaptarse a las temperaturas bajo cero de noche y de día, sucumbieron. Al igual que la peste de la Edad Media, la población de homínidos inteligentes en Europa descendió drásticamente a solamente unos pocos miles de individuos. Es muy posible que todas las cuevas europeas de la época glacial correspondieran a zonas eruptivas o volcánicas.
No se puede descartar que el hombre de cro-magnon utilizara su enorme fuerza y corpulencia para derribar y matar algunos grandes herbívoros. Coexistió junto al cro-magnon el hombre de Chancelade que era de baja estatura y fuerte, cosa que en un principio, representa una especialización de caza. De la misma forma, las herramientas que fabricaba estaban relacionadas con el universo que posiblemente podía observar desde alguna zona caliente de la cueva. Si bien la cueva era un templo y algunos animales tótems sagrados, las herramientas que fabricaba o simplemente recogía de zonas glaciares o ríos, representaban estrellas. La natalidad comenzó a disminuir drásticamente ya que un exceso de radiación calorífica afecta al sistema reproductor. Su concepción del mundo era natural y sobrenatural. Algunas puntas eran, según los historiadores, objetos que depositaban en las tumbas, es decir, tenían carácter simbólico o votivo relacionado con el viaje al otro mundo, aunque esta costumbre podría ser posterior. Las herramientas como hachas de mano procedían de material ígneo, en estado viscoso, todavía caliente que eran moldeadas y después enfríadas en el hielo o agua a muy bajas temperaturas. Esto se puede observar claramente en los primeros cuchillos fabricados al final del paleolítico. También se observa un desconocimiento de la física aplicada y un interés por la misma. La empuñadura de madera de los primeros cuchillos se resquebrajaba al ser la hoja demasiado larga y ésto supuso, con el tiempo, la creación de la lanza. La vida en la cueva estaba asociada, sin duda, a un conocimieno de minerología. El carbonato cálcico o calcita, se crea a partir de dióxido de carbono, gas que expulsamos al respirar y monóxido de calcio. La fusión de los glaciares producía cíclicamente sedimentos lacustres de arcilla. El lascado es posterior.
La propia glaciación tiene un sentido apocalíptico y religioso para el hombre de cro-magnon. El sentido apocalíptico se produce con el inicio de la glaciación y con el principio de erupciones volcánicas que destruyen, en algunos casos, su hábitat ya que convierte como en el caso de los geosinclinales los mares o lagos en tierras de origen ígneo. Con las erupciones, al final del paleolítico en algunos casos, el homo sapiens abandona los territorios para volver más tarde, encontrando piezas de la cueva aquí y allá, propulsadas desde los cráteres a varios kilómetros de distancia por grandes explosiones. Algunas de estas piedras tienen posteriormente naturaleza religiosa y sirven para crear las grutas o cuevas artificiales que persisten hasta el neolítico y con posterioridad. Allí donde se produce un apocalipsis similar, el hombre desarrolla creencias en fuerzas subterráneas que asocia más tarde con el infierno que se rebelan contra tótems o dioses celestes.
Doy por finalizada esta entrada. 01/07/2019
Comentarios
Publicar un comentario