(c) Lógica y prehistoria XVII
Y ahora sí podríamos explicar ya el color blanco y negro de las cebras africanas que proceden de las glaciaciones europeas. Estos animales en un período interglaciar emigran hacia el sur, lo que supone que previamente no existían vías terrestres para atravesar la península. Durante la glaciación Würm, se producen cambios orogénicos que posibilitan que la cebra y otros animales adaptados a la glaciación emigren hacia el sur, posiblemente buscando alimento. Se han encontrado en Solutré, restos arqueológicos de un animal similar a la cebra. Los senderos, caminos y rutas están asociados a la ganadería del neolítico.
Y habría que explicar otro punto acerca de la vida del hombre prehistórico en la cueva. Puesto que no existía el fuego y el hombre vivía en contacto o relación directa con la naturaleza, la pregunta es cómo era capaz de ver dentro de la cueva. La cueva era por cierto, un enclave vital social y religioso asociado a algún tipo de tótem o animal sagrado. En la cueva de Atapuerca, se han encontrado en una sima, huesos correspondientes a ciento ochenta osos, asociado normalmente al homo neanderthalensis.En Asia, el sacrificio del oso liberaba su espíritu. Lo más evidente es que el hombre de Atapuerca se protegió del frío extremo o interglaciar con piel de oso, lo que significa que la cueva no era de origen volcánico, cosa sabida a partir de los mapas geológicos. La entrada a esta cueva posiblemente colapsó hace miles de años y su alrededor ha quedado erosionado. No se puede aventurar que el hombre de cro-magnon tuviera la capacidad de invernar durante los meses más duros de la glaciación o ver en la oscuridad. La evolución dentro de la cueva estuvo relacionada con la termoregulación controlada por el sistema nervioso. La zona posterior del hipotálamo regula las defensas contra el frío. Algún cambio similar pudo producirse en el sistema óptico. El hombre desarrolló en la época glaciar una adaptación a la luz y la oscuridad, relacionado con la retina, la dilatación contracción de la pupila y la convexidad del cristalino. La duración de esta acomodación es de unos treinta minutos, en la actualidad.
Las cuevas tenían durante el Würm un aspecto completamente distinto y la luz natural podría entrar por algún recoveco vertical natural que permitiría ver sin problemas. Durante una glaciación la lluvia no es posible ya que se requieren temperaturas de deshielo, lo que significa que el agua potable podría proceder de impluviums naturales que acumulaban hielo y nieve durante todo el año. Todo esto nos lleva a plantear similitudes entre la casa tradicional del imperio romano y la cueva de la prehistoria. El imperio romano, era conocedor ya, en aquella época de las condiciones en las que el hombre prehistórico italiano había vivido miles de años antes. Las cuevas italianas se encontraban en lo que actualmente son los Alpes italianos y suizos siendo escasas en número. Había otras en Cerdeña e Italia meridional. El agua caliente que circulaba bajo los suelos, las termas donde se bañaban o los depósitos de agua que caían de los impluviums en días de lluvía, representaban la vida de las sociedades primitivas miles de años antes. Posiblemente también los etruscos mimetizaron en sus hogares la cueva original o primigenia. Las cuevas griegas se encontraban en las islas de Lesbos y Lemnos. La idea de una diferenciación étnica originada en los Alpes entre latinos, eslovenos y germanos, es posiblemente falsa. Pudo haber diferenciación pero no necesariamente la de estos pueblos.
La cueva que protegía a nuestro hombre de cro-magnon, era un pequeño lujo natural, donde disfrutaba de calor que emergía del subsuelo, agua natural que se depositaba en pilas o huecos naturales a través de la nieve derretida y unos habitáculos diferenciados alrededor del agua. Las columnas que sostenían los impluviums en el imperio romano eran en la prehistoria columnas de origen natural. El enfriamiento magmático inicial produce prismas con forma de polígono perpendiculares a la superficie, es decir, columnas basálticas. Futuras erupciones crearon un paisaje natural de montaña en la parte superior y columnas en la zona inferior.
Doy por finalizada esta entrada. 25/06/2019
Y ahora sí podríamos explicar ya el color blanco y negro de las cebras africanas que proceden de las glaciaciones europeas. Estos animales en un período interglaciar emigran hacia el sur, lo que supone que previamente no existían vías terrestres para atravesar la península. Durante la glaciación Würm, se producen cambios orogénicos que posibilitan que la cebra y otros animales adaptados a la glaciación emigren hacia el sur, posiblemente buscando alimento. Se han encontrado en Solutré, restos arqueológicos de un animal similar a la cebra. Los senderos, caminos y rutas están asociados a la ganadería del neolítico.
Y habría que explicar otro punto acerca de la vida del hombre prehistórico en la cueva. Puesto que no existía el fuego y el hombre vivía en contacto o relación directa con la naturaleza, la pregunta es cómo era capaz de ver dentro de la cueva. La cueva era por cierto, un enclave vital social y religioso asociado a algún tipo de tótem o animal sagrado. En la cueva de Atapuerca, se han encontrado en una sima, huesos correspondientes a ciento ochenta osos, asociado normalmente al homo neanderthalensis.En Asia, el sacrificio del oso liberaba su espíritu. Lo más evidente es que el hombre de Atapuerca se protegió del frío extremo o interglaciar con piel de oso, lo que significa que la cueva no era de origen volcánico, cosa sabida a partir de los mapas geológicos. La entrada a esta cueva posiblemente colapsó hace miles de años y su alrededor ha quedado erosionado. No se puede aventurar que el hombre de cro-magnon tuviera la capacidad de invernar durante los meses más duros de la glaciación o ver en la oscuridad. La evolución dentro de la cueva estuvo relacionada con la termoregulación controlada por el sistema nervioso. La zona posterior del hipotálamo regula las defensas contra el frío. Algún cambio similar pudo producirse en el sistema óptico. El hombre desarrolló en la época glaciar una adaptación a la luz y la oscuridad, relacionado con la retina, la dilatación contracción de la pupila y la convexidad del cristalino. La duración de esta acomodación es de unos treinta minutos, en la actualidad.
Las cuevas tenían durante el Würm un aspecto completamente distinto y la luz natural podría entrar por algún recoveco vertical natural que permitiría ver sin problemas. Durante una glaciación la lluvia no es posible ya que se requieren temperaturas de deshielo, lo que significa que el agua potable podría proceder de impluviums naturales que acumulaban hielo y nieve durante todo el año. Todo esto nos lleva a plantear similitudes entre la casa tradicional del imperio romano y la cueva de la prehistoria. El imperio romano, era conocedor ya, en aquella época de las condiciones en las que el hombre prehistórico italiano había vivido miles de años antes. Las cuevas italianas se encontraban en lo que actualmente son los Alpes italianos y suizos siendo escasas en número. Había otras en Cerdeña e Italia meridional. El agua caliente que circulaba bajo los suelos, las termas donde se bañaban o los depósitos de agua que caían de los impluviums en días de lluvía, representaban la vida de las sociedades primitivas miles de años antes. Posiblemente también los etruscos mimetizaron en sus hogares la cueva original o primigenia. Las cuevas griegas se encontraban en las islas de Lesbos y Lemnos. La idea de una diferenciación étnica originada en los Alpes entre latinos, eslovenos y germanos, es posiblemente falsa. Pudo haber diferenciación pero no necesariamente la de estos pueblos.
La cueva que protegía a nuestro hombre de cro-magnon, era un pequeño lujo natural, donde disfrutaba de calor que emergía del subsuelo, agua natural que se depositaba en pilas o huecos naturales a través de la nieve derretida y unos habitáculos diferenciados alrededor del agua. Las columnas que sostenían los impluviums en el imperio romano eran en la prehistoria columnas de origen natural. El enfriamiento magmático inicial produce prismas con forma de polígono perpendiculares a la superficie, es decir, columnas basálticas. Futuras erupciones crearon un paisaje natural de montaña en la parte superior y columnas en la zona inferior.
Doy por finalizada esta entrada. 25/06/2019
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